martes, 23 de abril de 2013

LOS POETAS





Es por eso que hoy ya no tengo ganas de hablarle de mí
a  todos estos fantasmas que guardo sobre mis cuadernos,
Porque  son las 3 de la madrugada,
y esta lluvia inquieta es una gitana que araña a mares
Todo su corazón partido  sobre  mi ventana,
Porque será que las rosas no florecen de nostalgias,
Aunque la primavera ya llegó 
Bailando en esta habitación de cuatro espejos,
En esta gastada habitación,
Que ya no tiene olor a amigo
Ni a una buena mujer  desnuda, y  descalza.

Porque será que los poetas viven en un mundo imaginario
Rodeados de árboles imaginarios
Como dice el maestro,
Sueñan con la mujer imaginaria, volviéndoles  a palpitar todo el corazón imaginario,
Sí, porque según Jaime   a los poetas
Las venas del cuello se les hinchan como serpientes a veces  para asfixiarlos
Porque están solos, solos, solos, yéndose a cada rato.

O Debe ser que los poetas conocemos mejor
El alfabeto  de una banca vacía,
Y  En un rincón de la melancolía que nadie ve ni siquiera en sueños
Ellos leen todo su  dolor como en un libro en blanco,
Y escriben los nombres de todas las mujeres que no amaron,
Pero que vencieron a la muerte
Cinceladas, revestidas y guardadas sobre  mi rostro
Sobre mi rostro que ahora es un celofán mojado…

Porque será que a los poetas se nos dio la belleza de no pensar nunca,
Sino en sentirlo todo,
Cuando agoniza una hoja,
O cae una piedra cansada,
Cuando el futuro llega a deshoras  de tiempo.
Y el silencio es un moustro de tres cabezas
Que se escucha mejor en un cuarto  sin odios,
Ellos  Quieren cambiar el mundo, volverlo un rectángulo,
Cazan imágenes por las noches,
La luna es una amante que siempre nos muestra su mirada enamorada.

Porque será que los poetas viven sin dios y sin diablos
Siempre persiguiendo un rostro olvidado en el silencio,
El dolor los parte en dos como una manzana,
Porque será que los ángeles saben mentir muy bien
Aunque tengan las alas blancas,
Sí, Porque será que cupido jamás penetro bien nuestro lado izquierdo,
No será  que Dios odia a los poetas,
Y los maldice con un estigma sobre sus manos,
Ya que seremos los únicos que podremos verlo.
Millones de seres humanos caminando con mascaras
Con tanto dolor guardado en los bolsillos
Y entregándose, dándose estúpidamente a cada rato.
    
Porque será que los poetas sueñan mejor en febrero
Aman el mar,
Y Las olas que siempre nos golpean de recuerdos
En los pies ellos no poseen alas, sino versos,
Porque será que ya estoy cansado
Cansado de ver llorar tan pesadamente a todos los inviernos
Porque será que la poesía es una ninfa que Solo me busca cuando hay un muerto,
Sí, porque será que ya no hay en mi ganas de cantar
Ni de oír Esa melodía que de niño me mantuvo despierto,
El dolor nos hace más humanos, pero también nos vuelve más viejos,
Yo ya no quiero masticar mi poesía,
Ya no quiero ver mi rostro de niño malcriado en los espejos
Ni llorar tan solo,
Para sentir la compañía,
La voz estrepitosa de una lágrima que cae sobre los suelos,
Si, ya no quiero ser poeta
Ya no quiero jugar con los demonios
Ni con las estrellas infieles
Que esta noche  ya no me cuentan sus secretos,
Si,
Ya no quiero ser poeta,
Ya no quiero seguir tocando todas las puertas
Para ver si algún  día de casualidad te pierdo o me encuentro,
Porque ya son las 5:30 de la mañana
y alguna mujer que tatuó mal mi nombre sobre sus senos,
Seguro me recuerda,
Recuerda a un tonto que se columpiaba esperando la palabra “te extraño “en los teléfonos,
Es cierto, ya no tengo 20 años,
Pero porque será que aun siento
Aun siento tantas ganas de escribir, de escribir mi historia
Mi historia de cupido muerto Sobre los lagos.
De dejarme llevar como si fuera un papel arrugado y lleno de garabatos,
De ser simplemente un peatón,
Un inservible proletariado,
Suena el despertador
Son las 6 am y los pajaritos me muestran su alfabeto
Ese que me acompaña desde que tenía 5 años,
Debo colocarme bien la máscara,
Porque un trabajador no es un poeta,
Es un ser que lucha una guerra perdida
Sobre este  mundo que es un rectángulo abierto,
Afeitarse la nostalgia,
Desayunarse los no puedo,
Lo olvidaba Hay Un batalla diaria de 8 horas hablando en el infierno,
Que tonto,
Que  tonto es pensar que Mis palabras Llegarían algún día a acariciarte de amor,
Como la mano de mi abuelo que ya está muerto
Que murió como los pájaros buscando en el horizonte alguno de sus recuerdos,
Si, ya no quiero ser poeta
Ya no quiero abrir los ojos para encontrar
Que hay tanto que todavía me debo,
Ya No quiero masticar la soledad ni comer a regañadientes
Tu foto gastada de tantos te quise o te quiero,
Llévame de aquí poesía
Llévate a todo los niños que juegan sobre mis manos
Y Que jamás verán mi rostro
El rostro de un padre feliz, cansado y viejo,
Llévame de aquí poesía préstame tus alas,
Déjame recorrer ese camino  que no lleva a ningún lugar,
Deja que la yerba crezca sobre mis pies,
Y que la locura tibia se recorra libre por la yema de mis dedos
Deja que me muera esta noche,
Esta noche que me ayuda a ocultarme bien del silencio
Llévame de aquí poesía,
Muestrame en que cuadra la puedo amar mejor
Antes de que me asesine su olvido o su recuerdo
Llévame de aquí,
Porque en verdad Ya no quiero ser poeta,
Y porque Ya no quiero escribir más, sobre el cuaderno arrugado de su cuerpo.