Es por eso que hoy ya no tengo
ganas de hablarle de mí
a todos estos fantasmas que guardo sobre mis
cuadernos,
Porque son las 3 de la madrugada,
y esta lluvia inquieta es una
gitana que araña a mares
Todo su corazón partido sobre
mi ventana,
Porque será que las rosas no
florecen de nostalgias,
Aunque la primavera ya
llegó
Bailando en esta habitación de
cuatro espejos,
En esta gastada habitación,
Que ya no tiene olor a amigo
Ni a una buena mujer desnuda, y
descalza.
Porque será que los poetas viven
en un mundo imaginario
Rodeados de árboles imaginarios
Como dice el maestro,
Sueñan con la mujer imaginaria,
volviéndoles a palpitar todo el corazón
imaginario,
Sí, porque según Jaime a los
poetas
Las venas del cuello se les
hinchan como serpientes a veces para
asfixiarlos
Porque están solos, solos,
solos, yéndose a cada rato.
O Debe ser que los poetas conocemos
mejor
El alfabeto de una banca vacía,
Y En un rincón de la melancolía que nadie ve ni
siquiera en sueños
Ellos leen todo su dolor como en un libro en blanco,
Y escriben los nombres de todas
las mujeres que no amaron,
Pero que vencieron a la muerte
Cinceladas, revestidas y
guardadas sobre mi rostro
Sobre mi rostro que ahora es un
celofán mojado…
Porque será que a los poetas se
nos dio la belleza de no pensar nunca,
Sino en sentirlo todo,
Cuando agoniza una hoja,
O cae una piedra cansada,
Cuando el futuro llega a deshoras de tiempo.
Y el silencio es un moustro de
tres cabezas
Que se escucha mejor en un
cuarto sin odios,
Ellos Quieren cambiar el mundo, volverlo un
rectángulo,
Cazan imágenes por las noches,
La luna es una amante que
siempre nos muestra su mirada enamorada.
Porque será que los poetas viven
sin dios y sin diablos
Siempre persiguiendo un rostro
olvidado en el silencio,
El dolor los parte en dos como
una manzana,
Porque será que los ángeles
saben mentir muy bien
Aunque tengan las alas blancas,
Sí, Porque será que cupido jamás
penetro bien nuestro lado izquierdo,
No será que Dios odia a los poetas,
Y los maldice con un estigma
sobre sus manos,
Ya que seremos los únicos que
podremos verlo.
Millones de seres humanos
caminando con mascaras
Con tanto dolor guardado en los
bolsillos
Y entregándose, dándose estúpidamente
a cada rato.
Porque será que los poetas sueñan
mejor en febrero
Aman el mar,
Y Las olas que siempre nos
golpean de recuerdos
En los pies ellos no poseen alas,
sino versos,
Porque será que ya estoy cansado
Cansado de ver llorar tan
pesadamente a todos los inviernos
Porque será que la poesía es una
ninfa que Solo me busca cuando hay un muerto,
Sí, porque será que ya no hay en
mi ganas de cantar
Ni de oír Esa melodía que de
niño me mantuvo despierto,
El dolor nos hace más humanos,
pero también nos vuelve más viejos,
Yo ya no quiero masticar mi
poesía,
Ya no quiero ver mi rostro de
niño malcriado en los espejos
Ni llorar tan solo,
Para sentir la compañía,
La voz estrepitosa de una
lágrima que cae sobre los suelos,
Si, ya no quiero ser poeta
Ya no quiero jugar con los
demonios
Ni con las estrellas infieles
Que esta noche ya no me cuentan sus secretos,
Si,
Ya no quiero ser poeta,
Ya no quiero seguir tocando todas
las puertas
Para ver si algún día de casualidad te pierdo o me encuentro,
Porque ya son las 5:30 de la
mañana
y alguna mujer que tatuó mal mi
nombre sobre sus senos,
Seguro me recuerda,
Recuerda a un tonto que se
columpiaba esperando la palabra “te extraño “en los teléfonos,
Es cierto, ya no tengo 20 años,
Pero porque será que aun siento
Aun siento tantas ganas de
escribir, de escribir mi historia
Mi historia de cupido muerto Sobre
los lagos.
De dejarme llevar como si fuera un
papel arrugado y lleno de garabatos,
De ser simplemente un peatón,
Un inservible proletariado,
Suena el despertador
Son las 6 am y los pajaritos me
muestran su alfabeto
Ese que me acompaña desde que tenía
5 años,
Debo colocarme bien la máscara,
Porque un trabajador no es un
poeta,
Es un ser que lucha una guerra
perdida
Sobre este mundo que es un rectángulo abierto,
Afeitarse la nostalgia,
Desayunarse los no puedo,
Lo olvidaba Hay Un batalla
diaria de 8 horas hablando en el infierno,
Que tonto,
Que tonto es pensar que Mis palabras Llegarían
algún día a acariciarte de amor,
Como la mano de mi abuelo que ya
está muerto
Que murió como los pájaros
buscando en el horizonte alguno de sus recuerdos,
Si, ya no quiero ser poeta
Ya no quiero abrir los ojos para
encontrar
Que hay tanto que todavía me
debo,
Ya No quiero masticar la soledad
ni comer a regañadientes
Tu foto gastada de tantos te
quise o te quiero,
Llévame de aquí poesía
Llévate a todo los niños que
juegan sobre mis manos
Y Que jamás verán mi rostro
El rostro de un padre feliz,
cansado y viejo,
Llévame de aquí poesía préstame
tus alas,
Déjame recorrer ese camino que no lleva a ningún lugar,
Deja que la yerba crezca sobre
mis pies,
Y que la locura tibia se recorra
libre por la yema de mis dedos
Deja que me muera esta noche,
Esta noche que me ayuda a
ocultarme bien del silencio
Llévame de aquí poesía,
Muestrame en que cuadra la puedo
amar mejor
Antes de que me asesine su olvido
o su recuerdo
Llévame de aquí,
Porque en verdad Ya no quiero
ser poeta,
Y porque Ya no quiero escribir más, sobre el cuaderno arrugado de su cuerpo.