martes, 4 de diciembre de 2012

MIS DEMONIOS

Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, 
entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor.
                                                                                                          Jaime Sabines.




Mis demonios vienen
Llegan coléricos, cansados,
Han recorrido un mundo lleno de habitaciones ,
Son dragones que buscan mi llama
Que saben devorar la luz de magia en mis ojos
Son simplemente sombras,
Sombras que deje a medias en una cama,
Amores que murieron de sus amores,
Niñas que no me supieron
Y que aún buscan mi verdadero nombre.

En la mañana rompen mi puerta y desayunan conmigo
Toman un café endulzado con sabor a lágrimas
Comen pedazos de mis palabras
Me miran, saben porque estoy muriendo,
Quiero engañarlos, pero saben más de mí
Son ellos los que escriben las respuestas
No quiero que me miren,
Sus ojos son dos esferas llenas de muertos
Ellos hablan entre susurros,
Caminan a mis espaldas
Solo ellos para dejarme sin un rincón,
Sin puertas
Y sin amaneceres en mis ventanas.

Mis demonios no quieren quedarse
Quieren llevarme con ellos
En las madrugadas entiendo mejor sus palabras
Me abrazo a mi mismo, me escondo de mí
Pero no es suficiente,
Ellos tienen una luz en la espalda
Me toman, mastican mis manos
Destrozan cada noche que guardé en mis papeles
Ellos disfrutan deformando los recuerdos
Disfrutan burlonamente
En la oscuridad son mucho más fuertes
Quiero estrellarme, luchar ,
Pero mi corazón no tiene dientes.

Mis demonios ya se van
Dejan un camino de sangre sobre mi almohada
Se llevan todo, No dejan nada,
Hay una soledad pesada de un cuerpo frío y cansado,
Mi voz no sabe aún cual es su camino,
Mis dedos escriben sus nombres en las paredes,
Mis demonios son solo niñas
Que aparecen para reclamar sus amores
Simples niñas que buscan la verdad ,
Que nunca se contentan con saberse amadas,
Son niñas que mueren de amor en esta hermosa noche
Aunque sé,

Aunque sé que volverán a reclamarme mañana…

                                                                                            Juan Carlos...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ALONDRA



Aquel bello pariente de los pájaros
que escondía su sombra de la lluvia
mientras tú dirigías
sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano.
                                                                       Cesar Calvo.



Hoy te he condenado al olvido,
Te he condenado a llevarte contigo
El delicado  perfume de mis manos
Y  el hermoso silencio de los árboles,
Aquí,
Aquí te quedaras,
tatuada de dolores  en este cuaderno vacío,
Porque fuiste tú quien cambio mi lenguaje,
Quien gritó desde su isla: “ábreme la puerta”
Ya no recuerdas  cuando fue que llegaste aquí,
Con toda tu nostalgia en los bolsillos,
Cuando me dijiste: “me siento tan sola,
Tan vacía de recuerdos,
Por favor, Déjame dibujar mis huellas sobre tu espalda”
y te amé,
Te amé con toda esta furia endemoniada,
Dejé  tontamente que la flor de mi amor
Se deslizara sobre tu vientre de ninfa enamorada,
Y me tapié los oídos,
Y me dije “el amor que se me debe, por fin llegó a mis ventanas”
Y dejé que cayeras sobre todos los rincones
Como una mariposa sin alas,
Dejé infantilmente
Que asesinaras todas las sombras que habitaban en esta casa,
Deje que conjugaras  Todas las palabras de amor
Que se habían quedado atravesadas en mi garganta,
Y para esto me quisiste tanto
Para esto atrapaste todo mi dolor
Y lo encerraste en los cajones,
Para esto me enseñaste a buscar un sueño travieso en tu cabello,
Amando el ángulo más perfecto de mi cama,
Para esto me enceguecí  de imágenes,
Me acostumbre a perseguir  tu sombra enamorada
A conjugar versos asonantes sobre tus senos,
Que mis labios estremecieran la palabra te amo en el silencio,
Para esto me quisiste tanto
Para al final del camino
Dejarme tan solo y tan pálido,
Para esto,
Dibujé tantas veces sobre las hojas la forma de tus besos con mis manos,
Para que jamás volvieras a ver la  tarde morir  junto  conmigo,
Para esto llegaste,
Para enseñarme que Nuestras sombras
No siempre formarían un arco,
Para que por fin me diera cuenta
Que ya no siguo siendo un niño,
Y Que jamás volveré a ver el amanecer a través de tus ojos
Por qué la alondra que nos enamoraba tiernamente a los dos
También te la llevaste aquella noche,
Aquella maldita noche de febrero contigo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

PARTIDA



Hay veces cuando he estado muy solo me he trasformado en caricia
Solo para llegar hasta ti…
                                                                                                                                                                       Dorama


Te fuiste,
En una mañana inquieta de  domingo,
Princesa, cuando el otoño apenas me mostraba su sonrisa más triste,
Te fuiste,                           
Y una nube gorda, oscura, paso enlagrimando tus ojos,
Tus bellos ojos de ángel caído.
Un Ángel que jamás encontró su alfabeto
Y mientras yo te decía: “no te vayas”
Tu mano de nieve adornaba mi dolor junto a mis mejillas
Esas que solo gracias a ti conocieron un cielo de ternura infinita,
Te fuiste,
Y me dejaste aquí,
Hablando de  lo cruel que puede ser el amor a todos los fantasmas,
Hablándoles  De Lo bello que es el silencio,
Cuando los labios se muerden de espera y de palabras,
Te fuiste, y te llevaste contigo
La última oportunidad de abrazar el rincón más bello del mundo,
Ese rincón donde una mariposa espera sus colores sobre las aguas.
Pero te fuiste,
Y nadie se dio cuenta que tu mirada dibujaba mi verdadero nombre sobre las paredes,
Mi nombre gastado de soledades acompañadas,
Porqué mi voz se extiende y te busca
Te busca ahora cuando solo tú
Sabías pronunciar un: “no puedo”, un: “déjame ir”, “estoy cansada”,
Y aun sabiendo todo esto, te fuiste,
Sabiendo que yo solo quería mostrarte
El ángulo donde los arboles tiemblan en  noches de ternura infinita,
Donde la música terrestre le canta de amor a la luna,
La hermosa luna que envuelve tus sueños,
Que cuídate de ti,
Sabías que solo tú sabes perfumar el aire…
Pero te fuiste,
Te fuiste,
En una mañana hermosa de domingo
Cuando el otoño frente a mí, de dolor se desnudaba,
Te fuiste,
Acompañando a tu sonrisa una sombra de neblina enamorada,
Te fuiste,
Y yo guarde solo para ti entre mis manos aquella mañana,
La estrujé, la incendié de dolor,
Guardé todas tus huellas sobre mis cuadernos,
Pero igual te fuiste,
Mientras yo estiraba mis ojos de niño cansado y triste,
Tan solo Para poder alcanzarte y quedarme con  un pedacito de tu mirada…

                                                                                                                                   Juan Carlos

viernes, 8 de junio de 2012

PERDONAME


Silencio todos, no quiero que me digan que la luna fue diferente a la de mis sueños

Perdóname,
Por vivir danzando con mis recuerdos una y otra vez,
Como una aguja que cae al vacío
Sobre una sabana gastada,
Adornada por este cuerpo
Que no es más que una roca
El estruendoso vivir de la materia,
La voz que se estrella en todas las playas
Esperando que la olas lleguen acariciándole los pies
Golpeándonos con todo lo que no se nos debe,
Con cariño,
Y con una espumosa esperanza.

Perdóname,
Por a veces tapiar los oídos
Arañarme los labios,
Por no querer escuchar
Más que el alfabeto del silencio,
Por vivir anti horariamente,
Por querer jugar con todos los fantasmas,
Esos que todavía insaciablemente
Se encuentran debajo de mi cama,
Por Tocar las puertas
Para ver si en alguna de ellas verdaderamente me encuentro,
Perdóname, por no saber cuando decir adiós
Decirle adiós al columpio de los:” ya no te quiero”
Y por no querer verme bien desnudo en todos los espejos.

Perdóname,
Perdóname bien,
Porque aun sigo esperando que todas las tardes se lleven algo mio
O me devuelven ese pedacito hermoso de mundo,
Que alguien me robo cuando aún podia hacer collares con las estrellas
Y las nubes eran la plastilina que acariciaban mis ojos
Mis ojos de niño tímido,
Perdóname,
Por no saber cuando crecí,
Por creer tontamente en la luna,
Por creer que las mujeres mas hermosas todavía habitan debajo de las aguas,
Por no saber amar solo una noche
Y por jamás aprender bien a ponerme una máscara.

Perdóname corazón,
Porque voy a morirme mañana
Extinguirme en una noche donde ya no hagan el amor los duendes y las hadas,
Por tontamente plantar rosas azules en el jardín de la desesperanza,
Por no darte mucho más
Que estas manos enlagrimadas y marchitas,
Por condenarte a vivir contándole cuentos de amor a media cama vacía,
Por vivir acariciando todos esos niños
Esos que jamás te dirán:
“Papá, el mundo a veces es como una naranja”
Perdóname corazón, Perdóname bien,
Por amistarte casi siempre con la soledad,
Por enseñarte a ver el mundo con otros ojos,
Por no saber vivir como dice mi padre: “normalmente”,
Por no tener piel,
Por escribir y escribir en el pizarrón de la desgana
Y por esperar a ver si alguien,
Alguien te enseña a secar bien las lágrimas que se petrificaron en tantas hojas,
Y en esta abandonada y tan arañada garganta…