Aquel bello pariente de los pájaros
que escondía su sombra de la lluvia
mientras tú dirigías
sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano.
Cesar Calvo.
Hoy te he condenado al olvido,
Te he condenado a llevarte
contigo
El delicado perfume de mis manos
Y el hermoso silencio de los árboles,
Aquí,
Aquí te quedaras,
tatuada de dolores en este cuaderno vacío,
Porque fuiste tú quien cambio mi
lenguaje,
Quien gritó desde su isla: “ábreme
la puerta”
Ya no recuerdas cuando fue que llegaste aquí,
Con toda tu nostalgia en los
bolsillos,
Cuando me dijiste: “me siento
tan sola,
Tan vacía de recuerdos,
Por favor, Déjame dibujar mis
huellas sobre tu espalda”
y te amé,
Te amé con toda esta furia
endemoniada,
Dejé tontamente que la flor de mi amor
Se deslizara sobre tu vientre de
ninfa enamorada,
Y me tapié los oídos,
Y me dije “el amor que se me
debe, por fin llegó a mis ventanas”
Y dejé que cayeras sobre todos los
rincones
Como una mariposa sin alas,
Dejé infantilmente
Que asesinaras todas las sombras
que habitaban en esta casa,
Deje que conjugaras Todas las palabras de amor
Que se habían quedado
atravesadas en mi garganta,
Y para esto me quisiste tanto
Para esto atrapaste todo mi
dolor
Y lo encerraste en los cajones,
Para esto me enseñaste a buscar un
sueño travieso en tu cabello,
Amando el ángulo más perfecto de
mi cama,
Para esto me enceguecí de imágenes,
Me acostumbre a perseguir tu sombra enamorada
A conjugar versos asonantes
sobre tus senos,
Que mis labios estremecieran la
palabra te amo en el silencio,
Para esto me quisiste tanto
Para al final del camino
Dejarme tan solo y tan pálido,
Para esto,
Dibujé tantas veces sobre las
hojas la forma de tus besos con mis manos,
Para que jamás volvieras a ver
la tarde morir junto
conmigo,
Para esto llegaste,
Para enseñarme que Nuestras
sombras
No siempre formarían un arco,
Para que por fin me diera cuenta
Que ya no siguo siendo un niño,
Y Que jamás volveré a ver el
amanecer a través de tus ojos
Por qué la alondra que nos
enamoraba tiernamente a los dos
También te la llevaste aquella
noche,
Aquella maldita noche de febrero
contigo.